HISTORIA DEL HOSPITAL DE SAN BARTOLOMÉ, por José Vicente Méndez.

Este miércoles la ponencia a cargo de José Vicente Méndez, ha ido encaminada a la historia del Hospital de San Bartolomé, pasando a Hospital-Asilo de los Desamparados y para finalizar llegar a nuestros días como Residencia de Ancianos Sagrado Corazón.

En Criptana medieval hay varias instituciones religiosas que hacen asistencia a enfermos. En 1568 hay cuatro muy pequeñas y no se conocen sus ubicaciones.
San Bartolomé ubicado cerca de la Iglesia, donde es actual el Teatro Cervantes. Este se abastecía de sus propias posesiones adquiridas por una herencia, dichas posesiones las tenían en alquiler y los ingresos podían llegar a 800 reales. Era para enfermos del pueblo debido a las epidemias y plagas. Lo administraba una familia que pasaba de una a otra, siendo el mayordomo quien llevaba las cuentas. También se hacían obras de caridad piadosamente como dispensario de comida y ropa para los necesitados.
Estos mayordomos y sus familias se elegían al final del año entre el Ayuntamiento y las cofradías o hermandades, estos además tenían a otro por encima que los administraba solía ser el párroco y los dos sacerdotes de más edad.
Entre las propiedades del Hospital San Bartolomé, se hallaba El Palomar (actual conservatorio de música, que antes fue escuela), a principio de los años 30 del siglo XX. Se vendían los palomos y la palomina, venían a comprar de las localidades de alrededor de Criptana; con las ganancias también se financiaba el abastecimiento del hospital.

Planos del Hospital San Bartolomé.

A los enfermos se les hacía el primer reconocimiento a domicilio si era grave se trasladaba al hospital atendidos por beneficiencia, a los ricos se les seguía atendiendo en su hogar. 

Ficha de ingreso.

                         

También se utilizó como Casa Cuna (hospicio), con una ama de cría y se les daba el nombre del santo del día y de apellido Expósito, al cabo de unos meses eran trasladados a Ciudad Real. 

Hospital- Asilo de Herencia,.

No hay fotos del interior de este asilo, por eso hemos añadido esta de uno que se estaba abriendo por aquellos días en Herencia, tampoco está claro si es de Herencia o el de Criptana.

Entre el mobiliario según un inventario de la época  había: 14 banquillos, 14 tablas y sus 14 esteras, que hacían de camastros; 4 mantas pelonas (como las de las mulas) 2 camas pequeñas de hombre y 3 pequeñas de mujer; 6 almohadas, sábanas viejas para vendas, 1 mesa nueva, 1 lavativa, 1 mesa vieja para los cadáveres, 1 capilla.                                                                                          

Hay documentos del 6 de enero de 1768 en juramento que cuenta que fue en el Camino Cruz de las Ánimas, dirección a Miguel Esteban, donde se encontraron a un muerto que lo llevaron al hospital así como la ropa de las mulas, el alcalde era Esteban Suarez; el cadáver era hombre mozo, rubio y con bigote, vestido de forma parda y sombrero ajado, parece ser que fue asesinado por otro arriero.                            

Se opina que el hospital no puede estar en el medio del pueblo, por una comisión se decide que debe trasladarse a los arrabales, cerca del Caño, por el sol, los aires y es terreno del municipio (donde ahora está el colegio era un parque o jardín), pero cogen terreno de la sierra, al cambio de legislatura el nuevo alcalde dice que no sabe nada en una demanda impuesta por el Conde de Las Cabezuelas, ya que le ocupa parte de sus terrenos. Pero luego resulta que no eran suyos, según una carta escrita por Don José González Lara, incluso a la casa del guardes del jardinillo le cobraba un alquiler sin ser suyo.

                                               

En una permuta en 1908 se cambian sitios y en ese antiguo edificio se hace un teatro, que costo alrededor de 22.000 pesetas.

A partir de 1909 ya se ubica en El Caño, cuando empiezan las epidemias por los enfermos infecciosos y se amplia con un pabellón detrás. ya no es sólo para pobres y beneficiencia como el de La Plaza, este es para toda clase de enfermos. El nuevo tiene el domicilio en Calle La Fuente.

El 23 de agosto de 1909, el alcalde da poderes a las Hermanas de los Ancianos Desamparados para encargarse de él y empiezan a tener ancianos como pacientes en 1910.

Imagen de la Virgen de los Desamparados de después de la Guerra Civil

Las monjas salen a pedir por las calles y las eras para mantener el hospital, los enfermos jóvenes hacen pleita para gastos.

Cuando llega Don Gregorio al pueblo es cuando propone que se cambie y Doña Luisa Penalva cede los terrenos donde está en la actualidad.

Las monjas desaparecen en la Guerra y luego vuelven una vez terminada.

En 1956 para el Pilar el Ayuntamiento hace un festival taurino benéfico para la residencia.

Se deja el retablo en la antigua capilla y se dona a la Virgen de la Paz. 

El 13 de noviembre de 1968, es inaugurado ya como Residencia Sagrado Corazón.

Todo esto sin estar libre de numerosas anécdotas que nos cuenta muy generosamente Méndez, por lo que recibe nuestro aplauso.



Resumen realizado por C.G.A