Presentación del libro “El perro de san Roque” de Juana Pinés
La
presidenta de la asociación, Manoli Sánchez, dirigía unas palabras y presentaba
el currículum de Juana Pinés y lo hacía con el cariño que se tiene a quien es
una amiga y buena amiga de Antares. Era Laura Figueiredo, periodista y miembro
también de Antares, quien esbozo un perfil del libro.
Juana Pinés es ante todo una poeta, pero nunca ha querido renunciar a la prosa. En esta ocasión trae a las librerías su cuarta novela y se trata de una novela de humor, un género escaso o al menos poco conocido y que apenas se prodiga.
El perro
de San Roque está protagonizada por Zenón, un
sencillo cartonero de élite, tal como él mismo se define, que vive de
revender todo lo aprovechable que encuentra entre lo que desechamos, se ve inmerso —tras su rebusca en una noche invernal por los contenedores— en un
enigma que le quitará el sueño. Un perro muerto y sin rabo y con un cartel
que pone PA QUE TE ENTERES SO ZORRA. Y él decide que tiene que buscar quién ha
sido el desaprensivo que ha hecho esa canallada al pobre perro y el porqué del
cartel.
Aquí empieza la historia detectivesca de Zenón a la
vez que nos descubre un personaje que es un puro disparate como lo es la propia
historia y el resto de personajes que van a apareciendo en la obra. Se
desarrolla en el barrio de Carabanchel de Madrid en la actualidad y está
escrita en primera persona, por el protagonista.
Pero lo mejor de todo es que siendo cómo es nuestro
Zenón, es feliz. Nos puede parecer un infeliz pero, es feliz y nos hace reír
pero, él no se ríe.
El perro
de San Roque es una novela de humor que lo que pretende es que el
lector pase un buen rato y si es con humor mejor. Una historieta bien contada,
trabajada y que efectivamente logra tanto que pases un buen rato como que te
rías solo imaginando tanto desatino.
Fue la intervención de Juana Pinés contando anécdotas
de Zenón y de la propia novela lo que añadió chispa e interés a la presentación
del libro. Finalmente, leía una de las muchas historietas y despropósitos que
le ocurren a Zenón en sus aventuras y desventuras por encontrar al desaprensivo
que fue capaz de cortarle el rabo al pobre perro y además dejar escrita una
nota con tantas faltas de ortografía.
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