jueves, 18 de febrero de 2016

JEAN AUGUSTE DOMINIQUE INGRES

Más conocido como Dominique Ingres y a quien María José trajo a su charla del miércoles, en el salón de actos de la Casa de Cultura, para que le conociéramos un poco mejor con ocasión de una exposición dedicada a este autor que actualmente se puede visitar en El Prado.


Autorretrato del pintor joven
                                          
Pintor francés nacido en 1780 que desarrolló su obra durante el siglo XIX. Es el último representante de los grandes pintores del neoclasicismo francés, aunque se presenta con una postura ambigua frente a los postulados clasicistas que le sitúan dentro del movimiento romántico. Estudió en la Academia de Toulouse, antes de trasladarse a París, donde fue alumno favorito de J. L. David.

En 1801 ganó el Prix de Rome con "Aquiles y los enviados de Agamenón", pero no pudo ir a Italia por motivos políticos y comenzó a trabajar como pintor en París. Cumplió peticiones privadas, sobre todo retratos de gente acomodada y encargos oficiales de Napoleón. En 1807 Dominique Ingres pudo establecerse por fin en Roma, subvencionado por el gobierno francés y, cuando se le acabó la beca, decidió permanecer en la ciudad por su cuenta. No le faltaron los encargos, en particular de la colonia francesa y de Napoleón, para quien decoró su palacio en Roma.

Tras una estancia en Florencia regresó a París en 1820. “El Voto de Luis XIII” le dio un gran prestigio y abrió un estudio en París, donde trabajó incansablemente hasta su muerte en 1867.


Jean-Auguste-Dominique Ingres. Portrait of Madame Moitessier Sitting.
Madame Moitessier   






Louise Albertine D' Houss









Ingres utiliza el reflejo en el espejo que pone tras sus modelos para hacer ver la línea de la nuca. Al pintar imagina desnuda a su modelo y después la viste con ricos ropajes y voluptuosidad en las formas.



                           


                                     Mademoiselle y madame Riviere

La sensualidad, la línea curva, su forma de acercarse a los motivos históricos…hacen de Ingres un pintor clave frente a la frialdad y el carácter estático de los pintores académicos.


La familia Forestier, 1806
Ingres realizó este retrato como regalo a su prometida, Julie Forestier. La composición la toma a ella como eje, apareciendo destacada en mitad de la estancia con una agradable sonrisa. La relación terminó al poco tiempo y Julie se lo devolvió al romper el noviazgo. Ingres lo regaló a su vez a su amigo monsieur Coutan, de donde pasó al Louvre en el año 1883.



          

Madona della Sedia y Virgen de la Eucaristía, ambas obras de Rafael.

Ingres era apasionado y un clásico que se acercó a las corrientes de su época (romanticismo, clasicismo, realismo) con un lenguaje muy personal, no siempre bien entendido por sus contemporáneos, y muy influenciado por su profunda admiración hacia Rafael



Voto de Luis XIII
El voto de Luis XIII
En 1820 el Ministerio del Interior de Francia encargaba a Ingres un gran cuadro,              "El voto de Luis XIII", destinado a la decoración del crucero sur de la catedral de Montauban consagrada a la Asunción de la Virgen. la Virgen está en el marco y junto a los ángeles forman una pirámide que da sensación de estabilidad, 


Louis François Betin


Ingres retrató a Betin en el momento culminante de su vida profesional . Betin se contaba a comienzos del siglo XIX entre los más poderosos editores de prensa del continente.


Rugiero libera a Angelica



Es la interpretación del tema cristiano de San Jorge, el dragón y la princesa. Aquí, sin embargo, se ha desviado la escena hacia el erotismo desenfrenado. El motivo que más interesó al artista fue la figura de Angélica, de la cual realizó numerosos bocetos previos. El resultado final es el de una figura retorcida artificiosamente, con piel de un blanco irreal destacando contra la rugosidad de la roca.


Antiochus_&_Stratonice_-_Ingres_-_Cleveland_Museum_of_Art
Antioco y Estratonice

Este cuadro nos desvela el "mal de amores" que sufría Antioco por Estratonice, 
la mujer de su padre.


                                                                                      
Resultado de imagen de el manantial de ingres
El Manantial
Obra maestra del Neoclasicismo, nos muestra cómo Ingres no mantiene las proporciones en la silueta y la muestra en actitud de movimiento, con el pie dispuesto a seguir andando.


La bañista de Valpinçon
Parece que sea una muñequita de algodón. Ingres redondea las formas usando arabescos.


La gran Odalisca


La luz es idealizada, ilumina todo el cuerpo sobre el fondo oscuro. Frente y Nariz en la misma línea acentuando la serenidad de la mujer. La Odalisca es la idealización de los cuerpos con una pose distorsionada, el recorrido de espalda desproporcionado, brazos larguísimos que casi llegan al pie, las piernas tienen poses imposibles...


El baño turco

Para realizar este cuadro Ingres no recurre a modelos, se inspira en los cuadros que ha pintado a lo largo de su carrera, ya que el desnudo femenino fue el tema principal de su obra. El primer plano está ocupado por una mujer vuelta de espaldas que está tocando una especie de laúdRecuerda a la figura más conocida de Ingres: La bañista de Valpinçon, que reprodujo de forma casi idéntica, variando la posición del brazo que deja ver su seno.


                                         

Además de obras alegóricas de gran envergadura y de cuadros mitológicos, pintó retratos y obras de desnudo femenino, que fueron su gran especialidad y las que han perpetuado su nombre. Ingres abordó el desnudo femenino en múltiples ocasiones demostrando una especial sensibilidad. El cuerpo de la mujer, con sus curvas y sensualidad inspiradora, dejando patente la sutileza del erotismo.

Otros artistas,como Man Ray, Dalí o Picasso,  han ido tomando como referente a este que nos ocupa hoy.

Man Ray
                                     

Dalí
                               



Las señoritas de Avignon



Napoleón entronizado

Napoleón aparece divinizado. El arco del sillón es medieval y romántico que parece estar extraído del pantocrátor.
La composición en sí es estática. El gusto por los detalles muy trabajados, casi rococós, pero hay características que aún se conservan de los neoclásicos, por ejemplo los pliegues que parecen ser esculpidos.
Pose frontal hierática. El fondo es negro también puede ser que está influido por el tenebrismo barroco. 



Autorretrato a la edad de 78 años
A lo largo de toda su carrera se reflejó en elegantes retratos al modo en que pintaba a su importante clientela. En este caso, aparece a los 78 años, sentado de tres cuartos y con una poderosa mirada que atrae inmediatamente la atención del espectador. Es una de las últimas imágenes que se conservan del maestro francés.
                       Dominique Ingres muere en París en enero de 1867
                          
                           
Texto: Pilar R. de los Santos



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