sábado, 18 de febrero de 2017

¿QUÉ ENTENDEMOS POR POPULISMO?

                    “Populismo”, palabra del año 2016 para la Fundéu BBVA


En esta ocasión el tema fue propuesto y preparado por Laura Figueiredo.






En nuestra reunión del miércoles nos centramos en la palabra “populismo”, una palabra que desde hace un tiempo está en boca de muchos y de manera especial en el ámbito político y de los medios de comunicación. De hecho, la Fundación del Español Urgente, promovida por la Agencia EFE y el BBVA la ha elegido como palabra del año 2016.

“Populismo” es una palabra que en su forma general tiene un significado muy amplio pero que desde un principio supimos centrar en el uso que en los últimos tiempos se le da. De hecho, rápidamente nos vino a la cabeza el recién elegido y ya nombrado presidente de Estados Unidos Donald Trump y el partido político español “Podemos” con la imagen de su dirigente Pablo Iglesias. No tardamos en seguir la lista con nombres como Marine Le Pen en Francia, Farage y su partido UKIP y su defensa del Brexit, Syriza en Grecia o Cinco Estrellas en Italia. Un recorrido que pasó por Turquía, Rusia y Hungría. Nombres y hechos concretos que nos llevaban también a la Venezuela de Chavez y Maduro, la Bolivia de Evo Morales y al Ecuador de Correa.
Aún así “populismo” sigue siendo difícil de definir. Se  suele relacionar con un uso despectivo y está cargado de connotaciones. Al final preferimos ver en la palabra más que una ideología una estrategia para alcanzar el poder. Hay populismos de derechas y de izquierdas.

-Contexto en el que surge actualmente: hartazgo y desafección política; profunda crisis económica y recortes en los derechos alcanzados y necesidad de un líder que diga lo que queremos oír lejos de lo “políticamente correcto”.

-Características y tácticas:

                -Divide y vencerás: los buenos contra los malos; la clase política contra los intereses del pueblo;  contra la casta; lo religioso; el poder económico… También se busca un enemigo en el exterior como Bruselas en el caso del Brexit, los mexicanos para Trump o Estado Unidos para la Venezuela de Maduro.
                -Criminalizar y deslegitimar a la oposición: Todo lo hecho por los gobiernos hasta ahora es  malo, corrupto e inaceptable. El cambio es urgente.
                -Desprestigiar a los expertos y periodistas: No se escuchan los datos y estudios de los expertos (consecuencias reales de la salida de Europa del Reino Unido) o el calentamiento global deja de ser una realidad (para Donald Trump). La política en contra de los periodistas que no comulgan con las ideas de quien está o quiere alcanzar el poder es otra realidad. La sociedad queda dividida entre los buenos (quienes apoyan) y los malos (quienes no  apoyan).
                -Personalismo: La solución se concreta en una persona que aparece en muchas ocasiones como el salvador de todos los males. Y lo hace con un lenguaje grandilocuente y directo que el líder emplea cargado de agresividad en muchos casos. Sabe llegar más a los sentimientos que a la razón. En estos momentos el populismo se aleja de lo correcto para decir lo que muchos piensan y más bien sienten en temas tan delicados como la inmigración, los refugiados o el terrorismo yihadista.
Palabra elegida para el 2016 y que se presenta muy en contradicción con la del año anterior, “refugiado” y que nos invitaba a todas a una reflexión. Algo se está haciendo mal cuando hace un año se pedía y exigía la acogida de las personas que vienen huyendo de la guerra, la miseria y la persecución y ahora son muchos los que piden el cierre de fronteras, la expulsión y agrandar los muros.


Gráfico en el que podemos ver las palabras que quedaron finalistas para ser la palabra del año 2016. Resultan de lo más curiosas. 



Texto: Laura Figueiredo                                                                                                          
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