La última charla de la asociación Antares, este curso 2021-22, versó sobre estas construcciones rurales, los chozos, tema que domina D. Vicente Aparicio, pues realizó la catalogación de 253 chozos en Campo de Criptana, publicando todo su estudio sobre el tema en su libro.
La iniciativa de su interés en esta construcción, fue con motivo del comienzo de la desaparición de sendas, chozos y cercas.
Pensó que catalogarlos y situarlos ayudaría a recoger este patrimonio que tiene gran dificultad de localización, pues algunos están escondidos, tapados por la maleza y muchos se están perdiendo o derrumbando.
Los tipos de construcciones que encontramos en esta zona son chozos, cercas de piedra o de vegetación, corralizas, que no se llegan a cerrar y a las que con vegetación se añadía una sombra, corrales de piedra, la choza, que lleva la cubierta vegetal, o el chaco que es un chozo con cueva al fondo. Al norte de Criptana podemos encontrar también 3 o 4 chozos dobles.
A partir del s. XVI se empiezan a roturar tierras y se pierden muchos. Es a partir de este momento cuando empiezan a surgir construcciones más grandes, se necesita más espacio y se ensancha la puerta, añadiendo cocina y corral, son los bombos.
Los chozos surgen de las rutas que hacía el ganado siguiendo los pastos, se unían las cañadas y las veredas, entre localidades, para el paso del ganado.
En una sesión del curso anterior ya Vicente nos habló de la arquitectura rural, de los chozos y otras construcciones. Esta vez, con motivo de la ruta que nos quedó pendiente de hacer, nos ha recordado los conceptos, para llevarlos frescos en la excursión a realizar unos días después de esta charla.
Hay que diferenciar los chozos de los bombos porque son distintos, aunque tienen en común ser una construcción rural.
PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS Y DIFERENCIAS ENTRE CHOZOS Y BOMBOS
CHOZOS
Los chozos se construyen para servir de resguardo a pastores y ganaderos que llevan a sus animales en trashumancia a pastar. Su utilidad es cobijar de noche al pastor, o en casos de inclemencia del tiempo, algunos también tienen un pequeño cercado para el ganado.
Eran construcciones usadas a lo largo de los años, en muchas zonas del mundo, los más antiguos datan de hace 4.000 años, como el de Micenas en Grecia.
La construcción es pequeña, para una o dos personas, tiene planta circular, son de piedra seca, es decir, se construye piedra sobre piedra, sin argamasa, ni material de unión, las piedras se sujetan por la presión que hacen unas sobre otras, las paredes son gruesas para repartir y absorber ese peso, se van cerrando haciendo las hileras de piedras cada vez más pequeñas, formando en la parte superior una cúpula, dejando una pequeña abertura en el punto más alto que se cubría con una piedra, esta se cerraba o se separaba según se hiciera o no fuego dentro, para dar salida al humo.
En la parte superior podía colocarse ramaje o tierra, el grosor de las paredes y su material hacía que la temperatura interior fuera constante a lo largo del año, esto lo convertía en un cobijo idóneo en zonas donde no había nada donde resguardarse, resultando ser muy útiles para este fin.
La puerta de acceso es estrecha, originalmente se tapaba con una especie de puerta realizada con troncos y vegetación trenzada y no tiene ventana ni chimenea, aunque alguno por dentro se le añadió algún hueco en la pared, que hacía las veces de alacena.
Algunos presentan en su exterior unos contrafuertes de sujeción de las paredes, como se ve en la siguiente imagen.
BOMBOS
Son construcciones rurales parecidas a los chozos, pero tienen unas características diferenciadoras.
La forma de construirlos es similar, aunque la cúpula del bombo se cierra con una piedra clave, no presenta abertura, pues ya se le incorpora chimenea, son más modernos y una evolución de los chozos, pero el tamaño es mayor, llevan chimenea para dar salida al humo de un hogar, que se coloca adosado a una de las paredes, también suelen contener poyos para sentarse cerca del hogar, para cocinar y para dormir. Algunos bombos presentan un orificio en la pared, de respiradero.
La gran diferencia es el uso que se les da, los bombos son utilizados por agricultores, por tanto, están localizados en zonas agrícolas y se habita durante más tiempo en ellos, conteniendo zonas para dormir, para estar, para cocinar, también una zona para algún animal, el burro habitualmente. Pueden unirse varios para obtener más espacio para las diferentes estancias, y se usan durante largas temporadas.
EXCURSIÓN DE LOS CHOZOS
El domingo día 5 de junio hicimos una excursión por una ruta elaborada por Vicente para ver varios de los chozos que contemplan su libro y para comprobar en el terreno los contenidos de su interesante charla.
Previamente, Vicente había preparado cuidadosamente el trayecto para calcular la hora de salida, los kilómetros y el tiempo que nos iba a llevar realizarla, dado el calor que ya tenemos en esta época del año.
Nos reunimos en la plaza del Calvario un numeroso grupo de más de veinte personas. Salimos desde este lugar repartidos en coches.
El punto de la senda, desde el que comenzaríamos la caminata, lo había marcado Vicente con estas piedras.
Fuimos recorriendo el camino que Vicente había preparado y pudimos comprobar que los chozos, salvo alguno muy bien conservado y bien situado, no se encuentran si no te llevan o ya sabes que están ahí.
Hay muchos que están medio caídos, les falta la cúpula o son tan solo un montón de piedras.
En esta ruta tuvimos ocasión de ver varias construcciones rurales.
El paseo por el campo dejó fotos muy chulas, pues estaba precioso. Vicente nos recomienda recorrerlo en primavera que es cuando los olores a tomillo y flores te invaden y además vas pisando hierba fresca y las vistas son maravillosas. Señaló la importancia de ir fijándose en el paisaje, la diversa flora y vegetación que presenta, siendo diferente en las distintas estaciones del año.
Descubrimos plantas que no conocíamos como el esparto, leguminosas silvestres y unas que parecían plumas, además de un montón de flores.
Terminamos la ruta en el chozo Sañoso.
Ha sido reconstruido, se le han añadido algunos elementos posteriores como una sombra, unos poyos y plantas que hacen del lugar un espacio muy acogedor, desde allí se puede divisar el paisaje hasta donde la vista alcance, además de hacer una restauración respetando la estructura original y el cercado de piedra se han añadido otros espacios para guardar animales a la sombra, todo ello hacen de la construcción un lugar muy agradable.
En este chozo nos hicimos una foto mientras tomábamos un descanso y disfrutamos del paisaje antes de iniciar el regreso.
Antes de volver nos acercamos a ver la cueva Litrosa, a unos metros de este sitio, que en su día daba acceso a una amplia zona con un pasadizo que llegaba casi hasta el chozo, pero ahora tiene la entrada tapada por la tierra.
Volvimos por el camino de la Laguna hasta donde habíamos dejado los coches y allí tomamos un refrigerio con aperitivos antes de regresar a Criptana sobre las 11,30 de la mañana.
La excursión se dio muy bien, era cortita y como salimos a las 8 de la mañana no pasamos calor.
En esta imagen se ve la ruta y la localización de las construcciones que vimos, por si alguien quiere repetirla.
Fue una actividad muy instructiva e interesante, disfrutamos mucho.
Fotos tomadas por Manoli, Elena Iniesta y Rosa.
Entrada ofrecida por Rosa Gutiérrez
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