En la sesión de esta tarde D. Domingo nos habló de cuando Azorín pasó por Campo de Criptana haciendo un recorrido para documentar su libro "La ruta del Quijote"
Parece ser que Azorín llegó a Alcázar de San Juan en el ferrocarril y se trasladó por estas tierras en carro, realizando una ruta que lo llevó a visitar diversos pueblos de La Mancha.
Hay constancia de que pernoctó en nuestro pueblo, unos cinco días, el lugar no era otro que una de las posadas que en ese momento existían en Campo de Criptana, localizándose fácilmente el sitio por tener una placa conmemorativa que lo recuerda, en la calle Castillo nº 19.
Azorín describe su impresión de Criptana de la siguiente manera "... Cuando he cenado he salido un rato por las calles, una luna suave bañaba las fachadas blancas y ponía sombras dentelladas de los aleros en medio del arroyo; destacaban confusos, misteriosos, los anchos balcones viejos, los escudos, las rejas coronadas de ramajes y filigranas, las recias puertas con clavos y llamadores formidables. Hay un placer íntimo, profundo, en ir recorriendo un pueblo desconocido entre las sombras; las puertas, los esquinazos, los ábsides de las iglesias, las torres, las ventanas iluminadas, los ruidos de los pasos lejanos, los ladridos plañideros de los perros, las lamparillas de los retablos..., todo nos va sugestionando poco a poco, enervándonos, desatando nuestra fantasía, haciéndonos correr por los márgenes del ensueño..."
Mª Ángeles Alarcos nos lee un capítulo y unos párrafos de este libro de Azorín, en los que se hace referencia a los molinos de viento y a lo que le aconteció a su paso por Criptana.
"...Los molinitos de viento andan y andan..."
En esta lectura también pudimos conocer sobre "Los Sanchos de Criptana", relatado en el capítulo XII de esta obra.
"...-Señor Azorín, -dice este hidalgo-: nosotros somos los Sancho Panza de Criptana..."
"...¿Qué significa esto de que estos excelentes señores son los Sancho Panza de Criptana?
....Mas pronto se aclara este misterio tremebundo; en Criptana no hay don Quijotes; Argamasilla se enorgullece de ser la patria del Caballero de la Triste Figura; Criptana quiere representar y compendiar el espíritu práctico, bondadoso y agudo del sin par Sancho Panza..."
Aclara don Bernardo, uno de estos Sanchos.
Comentó Domingo el periplo de cuando los Sanchos se llevaron a Azorín al Cristo de Villajos, en carro.
Se realiza por el autor una mención a estos hidalgos que se lo llevan a la ermita del Cristo, donde D. Bernardo le ofrece escuchar un himno compuesto por él, para homenajear a Cervantes.
"... Gloria, gloria Cantad a Cervantes, creador del Quijote inmortal..."
Relata así el paisaje desde el coche de caballos "...La luz clara del día ilumina la dilatada y llana campiña, se columbre el horizonte limpio, sin árboles; una pincelada de azul intenso cierra la lejanía..."
A la vuelta de este paseo, que parece se le hizo algo largo, el autor escribe
"...La tarde iba doblando; era la hora del regreso. Las caracolas han sonado; los coches se han puesto en movimiento, hemos tornado a recorrer el caminejo largo, interminable, sinuoso. ¿Cuántas horas han transcurrido? ¿Dos, tres, cuatro, seis, ocho, diez?..."
Fue una tarde interesante y diferente gracias a los comentarios de Domingo y a la publicación que trajo consigo y nos acercó a este autor tan apasionado por La Mancha y el Quijote.
Entrada por Rosa Gutiérrez.
Fotos por Mª Carmen y Rosa.
Imágenes de esta obra pertenecientes al Centro de Estudios de Castilla-La Mancha, CECLM.