viernes, 16 de enero de 2015

VISITAMOS TOLEDO Y NOS CONTÓ SUS LEYENDAS




     


     Una de las últimas actividades que llevamos a cabo el año pasado desde nuestra Asociación fue la de acompañar al grupo del Club de Lectura de la Casa de Cultura a la visita organizada a Toledo, con la intención de conocer sus leyendas…y alguna cosa más.

    A la llegada, y como ofertaron varias posibilidades, nos dividimos en grupos. Aquí hablaremos de la ruta en la que se unió una servidora.

     Nada más pisar el suelo toledano el cielo nos invitó a abrir los paraguas, aunque pronto se contagió de nuestra alegría y dejó que una buena tarde-noche nos acompañara.

                         
Puerta de Bisagra

          Nuestro grupo visitó el Hospital de Tavera. Actualmente un museo que alberga obras de
En su origen fue diseñado como hospital y como Panteón de su fundador, El Cardenal Juan Tavera. Construido por Alonso de Covarrubias con las nuevas ideas del Renacimiento alrededor de un precioso patio con soportales de arcos, con altos ventanales que dejaban pasar la mayor luz posible para los enfermos. La biblioteca, con importantes ejemplares incunables, presidida por un enorme Facistón donde se encuentran libros de cánticos también alberga un cuadro de Berruguete: El Cardenal Tavera. Algunas estancias como la iglesia o la farmacia nos dejaron impresionados por lo bien conservados. En la sala del antiguo hospital vimos colgados cuadros de Antonio Moro, retratos de los propietarios de este lugar: Francisco Gómez de Sandoval-Rojas y Borja I Duque de Lerma y su esposa Catalina de la Cerda, hija del IV Duque de Medinaceli o un tapiz alusivo a la Metamorfosis de Ovidio (contada más tarde por Mª José el día de su charla, curiosamente)

     Un lugar de propiedad privada muy cuidado perteneciente a la familia de los Medinacelli.


                                      Nuestras entradas

                                     

             

Patio del Hospital de Tavera



                                                                                           

                                                                                             

                                         
                                                                                            


                                   
Sepulcro de Juan Tavera
                                                                       


                                                                   

                                                   


Cuadro del Cardenal colgado en la Sacristía 

Retablo de la Iglesia








Cristo Resurrecto












     Tras esta visita al museo llegó la hora de escuchar leyendas. Fueron muchas y algunas distintas en cada uno de los dos grupos, de modo que es algo complicado transcribirlas. 
     Para leer las leyendas de Toledo iremos aquí, o aquí
     Pero si lo que se desea es escucharlas, paseando por los barrios antiguos de la "Ciudad de las Tres Culturas" habrá que solicitar una reserva. Aquí puede hacerse




                                                        GALERÍA FOTOGRÁFICA



El Contador de leyendas







Catedral
Lateral de la Catedral








Ayuntamiento








                     


Los Templarios os saludan




                                         
                                                              CURIOSIDADES



Para nuestra sorpresa, en la Iglesia del Hospital de Tavera coincidimos con un grupo de Alcázar




Para poder hacer el cuadro del Cardenal Tavera hubo de hacérsele una máscara cuando estaba muerto




     Tras una cena frugal en uno de los bares de la zona abandonamos la ciudad con la sensación de que el tiempo nos había faltado para poder ver, escuchar, aprender algo más de esta ciudad enigmática cargada de misterio.
     Y desde lo alto, iluminando nuestros pensamientos, salió a despedirnos          
El Alcázar
Magnánimo cual defensor de una noble ciudad con siglos de historia




Texto y fotografías:  Pilar R. de los Santos
                                            

martes, 13 de enero de 2015

BERNINI Y SU ESCULTURA EN LA ÉPOCA DE SANTA TERESA




     La tarde en que volvíamos a ver tras las vacaciones veraniegas a María José tenía pensado hablarnos de Santa Teresa, por estar cercana la celebración de su V Centenario, pero le resultaba algo complicado debido a la complejidad de su vida y sus obras, de modo que pensó que hablándonos de Bernini y una de sus obras más conocidas, "El éxtasis de Santa Teresa", veríamos un pasaje de la vida de esta Santa. Pero los que conocemos a esta mujer tan especial y docta en su materia ya sabemos que ceñirse a una sola cosa le es imposible, así que no sólo nos habló de esta obra...

     Gian Lorenzo Bernini fue un escultor, arquitecto y pintor italiano. Trabajó principalmente en Roma y está considerado como el más destacado escultor de su generación, creador del estilo escultórico Barroco. En una sola palabra…un genio.

     Nacido en 1598, de origen napolitano, llegó a Roma cuando a su padre, el escultor Pietro Bernini, le encomiendan la construcción de una fuente. Dio vida a la Reforma de Italia cambiando su urbanismo y canalizando todas las fuentes que creó, siendo sus mecenas el Papa Urbano VIII y el cardenal Borghese, quienes apoyaron su obra, pudiendo ejercer, por y gracias a ello, muy libremente su profesión. Supo dar luz tanto a la pintura como a la escultura y a la arquitectura, teniendo en su hermano Luigi al mejor ayudante.




                                                        ALGUNAS DE SUS  OBRAS                                  



La Cabra Amaltea
-Su primera escultura, cuando tenía unos 17 años, fue “La Cabra Amaltea”,  comenzando a dar luz al mármol, creando claroscuros a base de pulirlo.





San Lorenzo
-Otra de sus obras, San Lorenzo, con llamas que salen desde la parrilla, donde reflejó con maestría los estados del alma.
Como anécdota decir que él era su propio modelo y para poder reflejar el dolor en esta obra se quemó el brazo, ya que San Lorenzo fue mártir por morir quemado (cuentan que dijo el santo: “podéis darme la vuelta que por este lado ya estoy quemado” y en ese momento comenzó a oler a rosas)





San Sebastián
-San Sebastián, Propiedad de la familia Thyssen permanecerá en el





El David de Bernini 

































-El David. Esta escultura tiene las influencias de la de Miguel Ángel, volviendo a la belleza del Renacimiento, con una ligera diferencia, mientras que en la escultura de Miguel Ángel el personaje se encuentra como pensando en cómo tirará la onda, en la de Bernini la está tirando. El autor capta perfectamente el movimiento, una de las características principales del Barroco.









El rapto de Proserpina


  -El rapto de Proserpina  Otra obra creada teniendo en cuenta una anterior, El rapto de Las Sabinas 
Es una gran estatua de mármol, perteneciente a un grupo escultórico ejecutado por el artista. Representa a Proserpina (Perséfone en la mitología griega) siendo raptada por Plutón (Hades en la mitología griega), soberano de los infiernos.
La posición, un contraposto retorcido, es una reminiscencia del Manierismo, y permite una observación simultánea del rapto, con Plutón tratando de mantener a Proserpina sujeta y de la petición de Proserpina a su madre de regresar durante seis meses a la Tierra (mitología)
Es notable la representación de los detalles: Proserpina empuja la cabeza de Plutón estirando su piel, y los dedos de este aprietan cruelmente la carne de Proserpina tratando de inmovilizarla. También podemos observar los brazos musculosos, los nervios, las venas, las lágrimas de la mujer, el viento sobre su pelo y el Can Cerbero, que siempre acompaña a Plutón, ladrando. 
               
Detalle-presión de la mano en el muslo-
                                  


Una de las fuentes de Roma







-El Tritón, una de las centenares fuentes de Roma. Representa el triunfal pasaje de Ovidio en "Las Metamorfosis" evocando un control similar al dios sobre las aguas y describiendo el secado tras el Diluvio Universal. El Papa Urbano le dio a Bernini el encargo para ilustrarlo.











Cardenal Borghese

-El Cardenal Borghese, su mecenas. En esta obra hizo un trabajo exquisito. 
Trató la piedra de tal modo que la
piel tiene una fina pátina que le da aspecto sudoroso. Los ojos los esculpió
 de manera que parecen destellar. Al estar haciendo esta escultura el escoplo se le escapó y rompió la frente. 
En su desesperación, Bernini hizo 
una copia en tan solo unas noches 




                                   Anécdota aquí:
http://galleriaborghese.beniculturali.it/index.php?es/110/bernini-busto-del-cardenal-scipione-borghese )














Cardenal Richelieu


En tiempos del artista Francia y España mantenían una lucha por mostrar su presencia en
Roma y en el papado. Bernini, al que no le gustaba nada España, trabajó para Francia hasta que se molestó con el 
Cardenal Richelieu. Este había encargado al artista una estatua de su persona y Bernini, poco simpatizante de este personaje, decidió hacer solo el busto.














 "El éxtasis de Santa Teresa", Grupo escultórico realizado en mármol blanco por Bernini entre 1645 y 1652



Con esta obra supo Bernini lograr unos efectos escenográficos alucinantes, irreales por la luz y el volumen, sin límites definidos y todo para plasmar el clímax de la Santa en la estatua. Ese efecto luminoso hace que las figuras parezcan suspendidas en el aire.
Sigue tratando los claroscuros, la alegoría al movimiento se refleja en los hábitos. Podemos observar una contraposición entre la imagen virulenta de ella y la pasividad del ángel.

Santa Teresa nos cuenta en el escrito autobiográfico "Libro de la Vida" como un querubí le atraviesa el corazón con un dardo de oro. Esta es la escena que recoge Bernini, el momento en el que el ángel saca la flecha y la expresión del rostro que muestra los sentimientos de Santa Teresa, mezcla de dolor y placer. Según sus propias palabras:
Detalle del rostro
«Vía un ángel cabe mí hacia el lado izquierdo en forma corporal, lo que no suelo ver sino por maravilla. [...] No era grande, sino pequeño, hermoso mucho, el rostro tan ecendido que parecía de los ángeles muy subidos, que parecen todos se abrasan. Deben ser los que llaman Querubines [...]. Viale en las manos un dardo de oro largo, y al fin de el hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces, y que me llegaba a las entrañas. Al sacarle, me parecía las llevaba consigo y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios. No es dolor corporal sino espiritual, aunque no deja de participar el cuerpo algo, y aun harto.»
Libro de la Vida. Capítulo XXIX

Esta obra de Bernini se encuentra en la iglesia carmelita descalza de Santa Maria della Victoria de Roma, mandada erigir por el cardenal veneciano Federico Cornaro para mostrarnos un suceso que acontece en la España del XVI.
Los Cornaro, desde las tribunas laterales, son testigos de lo que está ocurriendo, lo comentan y lo discuten.



El conjunto de la obra 
con la familia Cornaro en los palcos

Detalle de la Cúpula



Biografía de Santa Teresa, enlace para conocer algo más de su vida
     


Otra obra de Bernini en la que plasma de nuevo el éxtasis es la de 



Este momento que Bernini capta con tanta precisión en sus esculturas es lo que describen algunos expertos como la "idealización de la muerte"




Para finalizar el tema de hoy lo hacemos con la obra que dedicó al hombre que más influyó en la reforma de Roma y en su vida: el Papa Urbano VIII

Tumba de Urbano VIII




                                                                           CURIOSIDADES                                        


-En aquella época la nobleza y el clero competían en lujos, no sólo en palacios, también en obras de arte, y Bernini tuvo en ello el éxito asegurado ya que era un artista querido y “mimado” tanto por una como por otro.

-Bernini admiró tanto a sus antecesores que algunas de sus obras copiaron a las de aquellos.

-Era tan teatrero que incluso llegó a escribir obras de teatro.

-Tuvo una amante, Constanza, mujer casada con uno de sus colaboradores, Matteo Buonarelli, y que fue su gran amor hasta que descubrió que estaba liada con su hermano, al que quiso matar. 
De esta mujer hizo un busto al que dotó de sensual altivez, que no arrogancia, con un cuello terso, vigoroso cabello, labios carnosos ligeramente separados, blusa ligeramente abierta...Rasgos que contribuyen a dar toda la sensualidad que la imagen refleja.



Texto e imágenes: Pilar R. de los Santos