La estrecha relación entre las emociones, el dolor y la enfermedad
13 de marzo de 2024. La relación de las emociones y sentimientos
con las enfermedades y disfunciones no es nada nuevo en muchas civilizaciones.
Sin embargo, lo cierto y verdad es que esta relación va estando más presente en
nuestra sociedad en los últimos años y de manera especial en algunos médicos
que sí contemplan, e incluso abordan, estos aspectos esenciales en la salud y
enfermedad de las personas.
El dr. Laureano Gómez es uno de
estos médicos que cada vez tienen más clara la relación entre los sentimientos,
las disfunciones en los órganos y el dolor. Era él quien abordaba este tema tan
interesante el pasado miércoles en las habituales charlas de Antares y que
reunió a un buen número de personas en la Casa de las Asociaciones.
Poca gente duda que el dolor de espalda no tiene porque deberse solo a las malas posturas, si no, que también influye nuestro estado emocional. ¿Cómo es esto? El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional. Puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, furioso o nervioso. Lo cierto y verdad es que pocos somos los que no hemos sentido la tensión y con ella el dolor en la espalda o cervicales en tiempos de mucho trabajo, de muchas responsabilidades o preocupaciones. Es un hecho experimentado por muchos de nosotros. Igual que damos por cierta la relación de una gastritis con épocas de nervios como son los periodos de exámenes. Pues bien, esta relación que damos por cierta y vivida se extiende a muchos órganos y es fruto de emociones mal gestionadas o a veces inevitables, ocasionando serias disfunciones y dolores.
Laureano desde un principio señaló cómo la repercusión de una preocupación o cualquier otro sentimiento dependerá mucho de cómo lo vivo, de cómo lo estoy sintiendo y del entorno. También explicaba que esos sentimientos se generan desde nuestro cerebro principal que está en la cabeza, pero que no hay que olvidar el segundo cerebro situado en el intestino. En ambos sitios se centran las emociones que pasan a afectar a determinado órgano a través del sistema nervioso.
Bien, una vez generado el sentimiento y "alojado" en un órgano, aparece la disfunción. Algo que no ocurre de un día para otro, se gesta poco a poco y durante años hasta que de alguna manera da la cara. Asociado a ese sentimiento y a ese órgano, aparece el dolor físico que se localiza en diferentes puntos de nuestro cuerpo y de manera prioritaria en el torso, así como en las caderas y rodillas. En definitiva, cada emoción afecta a un órgano y genera un dolor en una zona o punto determinado y con el tiempo una disfunción con su enfermedad.
"En definitiva, cada emoción afecta a un órgano y genera un dolor en una zona o punto determinado"
Un mal funcionamiento del útero suele estar muy relacionado con el miedo con los hijos y la falta de autoestima o una disfunción en el riñón habla de miedo e inseguridad, mientras que problemas en el colón se relaciona con falta de cariño y con personas que no saben decir que no. Un mal funcionamiento del estómago puede estar provocado por el exceso de responsabilidades, personas muy perfeccionistas y que no saben desconectar de sus trabajos llegando a ser obsesivas.
La mala salud emocional debilita
el sistema inmunitario y todo problema emocional tiene un dolor físico.
Pues bien, esto son solo algunos
ejemplos con los que Laureano nos ilustró sobre esa estrecha relación entre un
sentimiento u emoción y un dolor pasando por el daño que puede causar a un
órgano. Cada disfunción orgánica va acompañada además de unas causas al margen del estado emocional como es la alimentación y el propio carácter de la persona. Todo ello se exterioriza con una serie de síntomas que son diferentes según del órgano afectado.
Quien ha ejercido casi 40 años de
médico en Campo de Criptana insistía en la importancia de una buena
alimentación, del ejercicio físico, de las relaciones personales y sociales y
la hidratación. Laureano no olvidaba resaltar la necesidad de aprender a
gestionar las emociones y adquirir conciencia emocional.
Por último, el doctor nos ofrecía
unas frases que nos invitan a cuidarnos y mimar nuestro cuerpo:
“Parte de la curación está en la
voluntad de sanar”
“Cuida tu cuerpo, es el único lugar que tienes para vivir”.
El cuidarnos bien y conocer nuestro cuerpo ayuda a prevenir dolores y enfermedades.