Las tardes de los miércoles siguen reuniéndonos, a eso de las seis de la tarde en la Casa de Cultura, con temas que a todas nos enriquecen. Llevamos ya varias charlas este año que han resultado ser muy interesantes, haciendo que estos encuentros sean esperados semana tras semana ampliando nuestros conocimientos.
Iniciamos el año con la música de Vivaldi que nos trajo Damián, concretamente el "Verano". Escuchamos los movimientos y después pudimos comprobar, tras sus magníficas explicaciones, cómo nos sugerían esas notas de melodía el viento, la lluvia, cantos de pájaros, jolgorio, fiesta, siestas....Casi pudimos sentir el calor veraniego en plena temporada invernal.
Juzguen ustedes
La semana pasada pusimos a prueba nuestra mente con trabajos para fortalecer la memoria. Nuestra compañera Carmen Casero fue la encargada de llevar adelante esta charla-taller que resultó ser tan interesante que seguramente dedicaremos otro de nuestros encuentros a este tema .
Nombrar el color con el que la palabra está escrita |
Ayer, en la última reunión hemos sabido por Joaquín García Reillo cuándo nuestro pueblo pasó a ser villa. Nada menos que lo es desde la época de Alfonso VIII, cuando este rey concede a la Orden de Santiago repoblar el castillo de Criptana.
También hemos sabido cuáles fueron los antiguos nombres de algunas de nuestras calles, y porqué se llamaron así. Algunas reciben el nombre por el lugar hacia donde van, otras por algún inmueble importante que se encuentre en ella o incluso por alguien de renombre que allí viviera.
Van algunos ejemplos:
- La calle Santa Ana, que nos lleva a esta ermita, antiguamente se llamó calle de la Iglesia, ya imaginamos porqué.
- Calle de la Cruz Verde, en la que se encontraba la casa de la Inquisición cuyo escudo tenía una cruz verde
- Calle de La Soledad, que primero se llamó de las Angustias pero que después tomó el nombre de calle Hospital por el Hospital de San Bartolomé, situado en la actual guardería municipal.
- Calle Valenzuela, donde vivió un noble forastero, Enrique Valenzuela, casado con una descendiente Bahillo.
- Calle Alcázar, ya que al final de ella salía un camino que va hacia la vecina localidad
- Calle Monescillo que antiguamente se la conocía como calle de Las Menoras, nietas solteras de doña Isabel Perillán y Quirós.
- Calle La Reina, llamada hace tiempo calle Las Huertas debido a que en la gran mayoría de sus casas había huertas beneficiadas por la gran cantidad de agua que por allí manaba
- Calle La Tercia, donde vivieron varios curtidores dándole en la antigüedad el nombre de Tenería
Y así un largo etcétera de calles con las consiguientes anécdotas que por aquí se vivieron, cosa por la cual resulta tan interesante escuchar a don Joaquín.
Texto: Pilar R. de los Santos
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